

Esta Oración que era tan tradicional en tantos hogares poco a poco pierde su lugar en nuestras vidas; estamos tan ocupados llenándonos de cosas, tan preocupados queriendo tener, que se nos olvida ser y creemos que este rezo solo es para nuestras abuelas, madres o personas beatas ¡sin mucho que hacer!
Dedícate a pensar por un momento como era el país, el mundo y nuestra tierra cuando se tenía una espiritualidad más arraigada, pensemos cómo eran los hogares anteriormente: firmes, estables y abundantes en todos los aspectos, como eran las empresas anteriormente: humanas, prosperas y con una estructura estable; como era la juventud: recursivos, creativos y con don de gente; como eran las cosechas, el clima, etc.
Por eso hoy lanzo una invitación y es a retomar la tradición de rezar el Santo Rosario y recordar las 15 promesas que la Reina de los Ángeles, la Virgen María hizo a quienes lo hagan:
- Recibirá cualquier gracia que me pida.
- Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios.
- El Rosario será un fortísimo escudo de defensa contra la oscuridad, destruirá los vicios y cualquier daño que se quiera hacer a través de cualquier tipo de magia oculta.
- El Rosario hará germinar las virtudes y también hará que sus devotos obtengan la misericordia divina; sustituirá en el corazón de los hombres el amor del mundo al amor por Dios y los elevará a desear las cosas celestiales y eternas.
- El alma que se encomiende por el Rosario no perecerá.
- El que con devoción rezare mi Rosario, considerando misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá muerte desgraciada.
- Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin auxilios de la Iglesia.
- Quiero que todos los devotos de mi Rosario tengan en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia, y sean partícipes de los méritos de los bienaventurados.
- Libraré pronto de las penumbras a las almas devotas del Rosario.
- Los hijos verdaderos de mi Rosario gozarán una vida en paz.
- Todo lo que se me pidiere por medio del Rosario se alcanzará prontamente.
- Socorreré en todas sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.
- Todos los que recen el Rosario tendrán por hermanos en la vida y en la muerte a los bienaventurados del cielo.
- Los que rezan mi Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús.
- La devoción al Santo Rosario es una señal manifiesta de predestinación a la gloria.
Esta siempre será la oración mas poderosa para fortalecernos en cualquier área de nuestra vida, desde la profesional hasta la espiritual y es la oración que nos mantiene en frecuencia y en comun- unión con Dios y los Ángeles.