

La meditación es una señal de pare, que nos permite hacer una pausa en medio de un mundo acelerado que compite contra sí mismo, un mundo en el que nos volvimos máquinas de trabajo ocupando nuestro tiempo en banalidades que nos hace ser esclavos de nosotros mismos; es un camino de liberación interior que nos ayuda a entrar en nuestros estados de conciencia de manera consciente para empezar a observar con los ojos del alma.
Es un camino de personas valientes que deciden ser honestas consigo mismos y ver que la felicidad no se alcanza en medio de la prisa, si no en medio del silencio y la quietud; en ese estado contemplativo que nos permite vernos como realmente somos.
Con la meditación empieza a cambiar nuestras prioridades y nos empezamos a sentir más conectados con la vida, viviendo el presente como ese obsequio que se nos ha dado.
Este proceso debe ser seguido con una técnica para poder entrar en meditación, luego ya no será necesario porque nuestra alma nos ira guiando de acuerdo a nuestro carácter y aprendizajes.