

Muchas veces hemos escuchado que debemos valorar el tiempo, que el tiempo perdido lo cobra Dios, que el tiempo vale mucho…
De acuerdo a eso si tuvieras que ponerle valor monetario a una hora de tu tiempo, ¿Cuánto sería? ¿$50.000, $100.000, $200.000 o más?
Ahora la pregunta es: siendo consciente del valor que cuesta tu tiempo, ¿Harías las mismas cosas?, ¿Compartirías con las mismas personas?
Si el valor que le das a una hora de tu tiempo es 50.000, un día cuesta 1.200.000, tienes un capital diario de este valor, ¿cómo lo inviertes?
Dormir: $400.000 (8 horas)
Alimentación: $150.000 (3 horas)
Trabajo: $500.000 (10 horas)
Familia: $50.000 (1 hora)
Recreación: $25.000 (½ hora)
Vida social: $ 50.000 (1 hora)
Capacitación: $ 25.000 (1/2 hora)
Salud: ¿Cuánto a salud?
Espiritualidad: ¿Cuánto a cultivar la espiritualidad?
¿Realmente estamos invirtiendo bien el tiempo?
Hoy todo trascurre tan rápido que es común escuchar: “no me quedo tiempo”, “no tuve Tiempo “, ahí es cuando surge la necesidad de evaluar donde estamos perdiendo ese tiempo y el que tenemos en qué lo estamos invirtiendo y si estamos recibiendo las ganancias suficientes; si no es así, lo que estamos perdiendo no es solo tiempo, si no vida…