

Este día nos dedicaremos a sanar las heridas que se generaron de la relación con nuestro padre; haya estado presente o no, se le debe dar su lugar, perdonarlo, comprender la situación e integrarla en nuestra vida.
Del padre tomamos la vida, la fuerza, la vitalidad, aprendemos a poner límites, decir lo que realmente sentimos, es la energía que nos permite ver el mundo exterior sin miedos y quien nos empuja al logro de nuestras metas.
Por eso es tan importante darle su lugar, sin importar si fuimos hijos reconocidos o abandonados, si se tuvo un padre violento o abusivo, siempre debemos respetar y honrar ese 50% de nosotros, para que nuestra vida tenga la fuerza que necesitamos para enfrentar el mundo con decisión y mucha seguridad.
De acuerdo a esto vamos a realizar el siguiente ejercicio:
Descargar archivo: Actividad día 10
Este día seguiremos la rutina sugerida en los días anteriores (agradecer al levantarnos, un vaso con agua en ayunas, buena alimentación, tomar un litro de agua durante el día, ejercicio y evaluación de conciencia antes de dormir).
Recuerda pedirle a tu Ángel de la Guarda que te ayuda en todo este proceso.